Cachaa 0 - Furano 2 (9° fecha)

No fue el partido que planeamos. Cachaca debió mostrar su hombría y no pudo, no quiso o no supo. Era el partido para mostrar que el campeonato no sólo era un sueño, pero quedó demostrado que estamos lejos de eso, que es otra la actitud que tenemos que tener, que es otro el juego que hay que mostrar. Jugamos contra un rival que a priori se presentó desarmado sin la columna vertebral que lo llevó a ganar 8 partidos seguidos. Con la motivación de siempre encaramos este partido. No pudimos trasladar esas ganas al juego y después de un primer tiempo parejo, las piernas se nos cansaron y nos pasaron por arriba.

Un primer tiempo parejo, en el que Cachaca manejó los hilos, Furano tuvo algunas situaciones y nosotros la más clara. Defensores centrales y arquero fueron nuestro sostén en toda la primera etapa. Chinco y Huevo tuvieron incontables cierres precisos y desde sus quites empujaron al equipo en búsqueda de un buen fútbol que recién para los 30 del primer tiempo llegó (para no quedarse). En el medio nos costó un huevo hacer pie. Fueron pocas las veces que llegamos tocando, en ataque Nacho y Pipa se mostraban muy lejos de las jugadas con una pelota que llegaba sucia y con un juego de espaldas que se tornaba impreciso. En toda esa mescolanza, Cachaca proponía y Furano esperaba pero golpeaba de contra e inquietaba con sus individualidades ofensivas. En cuanto nos dimos cuenta que ellos marcaban en línea y que en caso de exponer a su defensa la cosa iba a dar resultado, Rolo hizo una diagonal y ante un mal achique de ellos, quedó mano a mano e inexplicablemente la tiró afuera. Era otro el destino del partido seguramente, con más espacios la cosa hubiera sido más facil, pero Rolo erró el gol que tenía que meter y el primer tiempo terminó en empate.

A los pocos minutos del segundo tiempo, el tobillo de Huevo le dijo basta y nos vimos obligados a reacomodar el equipo. Cabeza volvió a la zaga y el Culeado entró como lateral por izquierda. Desde ese momento las salidas nos costaron mucho más. Marcos ya no era tan claro por la derecha y se abusó de la salida por la izquierda exponiendo al Culeado. Nico ya nos había salvado más de una vez. Ya ni siquiera teníamos el sostén de la defensa, y todos esos factores sumado a que en el medio no agarrábamos la pelota terminaron llevandonos al obvio gol rival que se empezaba demorar.

Sorprende la poca reacción del equipo. Hubo cambios de nombres pero la cosa no cambió. En todo el segundo tiempo fuimos superados, sólo un cabezazo de Nacho como llegada más clara y un tiro de Pipa en el que se le enredaron los pies fueron las situaciones más claras. Mientras tanto Nico nos seguí salvando. Sumado a esto, la resignación de Furano por el juego. Se defendieron dejándonos la pelota a nosotros, pero la imprecisión nuestra hacía cada vez más peligrosas sus contras.

En fin. En la última jugada del partido llegó el segundo gol de ellos cuando nosotros ya sin ninguna idea en la cabeza quisimos ir por el empate. Pocas cosas se hicieron bien, individualmente se destacan Nico y el primer tiempo de Chinco y Huevo. Tuvimos una prueba para demostrar en dónde estábamos parados y no la supimos aprovechar. Faltó fútbol, falto juego en equipo y faltó actitud. Los 3 partidos ganados en fila quedaron muy lejos de esto.

La derrota y el parate por elecciones invitan a hacer una reflexión en el momento adecuado. Al menos es momento de repensar la forma en la que queremos jugar los partidos.