martes, 31 de agosto de 2010

Cachaca 1 - Mermelada 5 (12º fecha)

Es como cuando a Rulo Guillen lo llamaba Genero para llamarle la atención, y el juraba y recontra juraba que se iba a portar bien y que no iba a hacer más quilombo. Estamos igual, Cachaca es sinónimo de inestabilidad, las alegrías duran menos y las tristezas como estan marcan mucho. Probablemente haya sido el peor partido de la historia, no es la primera vez que soy tan categórico pero en este año nos comimos varios garrones y el último siempre parece el peor. Ganamos, perdemos, ganamos y volvemos a asomar la cabeza, pero no, no y no, cuando tenemos que volver a ganar nos achicamos, no mostramos lo que tenemos que mostrar y no sólo perdemos sino que comemos pija.

Los mejores equipos son los que conocen sus limitaciones dicen por ahí. Nosotros parece que todavía no nos dimos cuenta de eso, porque los partidos que tenemos que ganarlos para demostrar que clase de equipo somos no lo hacemos. Nos está costando la B y eso que los rivales no parecen ser mucho mejores de lo que eran el año pasado o incluso mejores que nosotros. El problema pasa principalmente a la hora de plantear el partido y en el desarrollo del mismo. Nuestra mentalidad está lejos de ser un equipo que pretende ser campeón. Hay egos, no hay compañerismo y si en frente se nos planta un equipo bien parado como Mermelada que encima sale bien de contra, morimos.

Hago la siguiente lectura del partido. Decimos cosas que después no se cumplen. Entramos sin ganas, no nos alentamos, no corremos y nos recriminamos. Nos hacen un gol, termina el primer tiempo muy imprecisos sin poder hacer dos pases seguidos y sin ninguna llegada clara más allá de algún que otro zapatazo. Relajamos en el entretiempo, hablamos de un cambio de actitud que también se habló en un principio. Se barajó la posibilidad de cambiar el esquema, no se hizo, seguimos igual, recuperamos un poco la pésima imagen del primer tiempo, pero cuando nadie se lo esperaba un jugador de ellos le pegó desde mitad de cancha y Cayo que tampoco era que estaba tan adelantado la vio pasar. 2 a 0 y el equipo se desbandó totalmente y quedaba un montón. Pero encima cuando se habla de cambiar la actitud, pasan cosas pelotudas como la expulsión del Pacha que no muestra otra cosa que su irresponsabilidad para con el equipo en un momento en donde lo necesitábamos para ganar el partido. Después vino el tercero que desnudaba todos los problemas de la defensa, Marcos reavivó el fuego con un zapatazo que permitó el descuento y en las dos últimas jugadas nos hicieron dos goles más.

Por lo menos por dignidad corramos los 90 minutos. A nadie le gusta perder 5 a 1 y verse humillado ante un rival que sabemos que en los papeles es inferior. La diferencia en el resultado es exagerada, pero es un poco consecuencia de la paja generalizada que había. Ninguna línea funcionó bien, en defensa cuando nos atacaron nos hicieron, en el medio ellos metieron mucho y nosotros nos apichonamos y nunca pudimos darle verticalidad a las escalonadas de Buga y Pacha mientras estuvo en cancha, y en ofensiva poco fue lo que se pudo hacer. Nos faltó variantes en el juego, de esas que permiten ganar un partido que se presenta cerrado ante un rival que no ofrece ningún espacio y no te regala nada.

Sexta posición en la tabla. 8 puntos de diferencia con Matadores cuando restan 30. Las distancias se alargan y el márgen se achica. Después de lo del otro día, creanme que hoy firmo permanecer en la categoría. Yo ya no sé hasta donde podemos seguir cayendo. Viene Febo y con la premisa de vengar el 1-5 de la primera ronda y el 1-5 del último partido tendremos que salir a la cancha. A divertirnos, a ser más solidarios, a jugar como equipo y a mostrar porque llegamos hasta acá. En serio, quiero creer que peor que lo del otro día no podemos estar.

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh!!!!

martes, 17 de agosto de 2010

Cachaca 4 - Extra Bruit 2 (11º fecha)

De ganar se trata y así allí vamos. Volver a los 3 puntos no tiene precio, desde el 26 de junio que no lo hacíamos. Tuvieron que pasar varios fines de semana, una eliminación por penales, lluvias, dos derrotas, lluvias y más lluvias. No incita a descorchar, sin ser descollante Cachaca le ganó bien 4 a 2 a Extra Bruit, demostró que de a poco va recuperando la memoria y que la victoria está a la vuelta de la esquina. Fue el último partido de la ronda que nos deja ubicados en la quinta posición a 5 puntos de la punta con 33 puntos en juego y toda una vida por delante.

Arrancamos la fecha en un punto equisdistante tanto de la vanguardia como de la retaguardia. Con la amenaza del descenso como hecho más incipiente y por primera vez en la historia, Cachaca se presentó en el verde cesped con ese run run al que nadie se la anima, fantasmeando por Fatima.

Si de estadísticas nos valemos podremos decir que estamos condenados a empezar perdiendo. Extra Bruit se puso en ventaja promediando el primer tiempo cuando nosotros habíamos mostrado nuestra tendencia a verticalizar y de juntar gente en ataque. Básicamente eramos los protagonistas, pero no pudimos vulnerar su defensa y en varias oportunidades los responsables de la ofensiva aparecieron en posición indebida. Como contrapartida la eficiencia del equipo comandado por Maxi Palma: notable desinteligencia entre nuestra defensa, una pelota que no es sacada a tiempo ni destino, una llegada y una hermosa vaselina por arriba de nuestro golero. Después de 4 partidos de empezar ganando y quedarnos con las manos vacías, la tendencia se daba vuelta, empezábamos perdiendo.

Supimos levantarnos de ese inmerecido golpe. Mientras presionabamos en todos los sectores le mostrabamos al rival que hasta ese momento en defensa no teníamos una buena tarde. Pudieron clavarnos un segundo con un zurdazo cruzado que se fue cerca del palo más lejano de Cayo. El empate llegó de la manera menos pensada. Centro de esos que se complican de Buga, Huevo que fue a pelearla no pudo conectarla, la pelota quedó bollando en el área y el mismo Huevo no tuvo más que empujarla a la red. Fundamental gol en una alternativa que pocas veces nos dio mucho frutos proporcionado a las chances que desperdiciamos por esta vía. 1 a 1 y las cosas como son.

Con pelotazos cruzados de varios metros nosotros inquietabamos a su defensa. Martín no estuvo tan asistidor como otras veces y su juego se basó más en armar sociedades con Mati que a esa altura ya era lo mejor del partido y lo más claro en mitad de cancha. Sumado a eso, Buga y Pacha trataban de inquietar desbordando por afuera. En una Nacho hace una diagonal y se va en dirección al arco, se empieza a abrir, decide frenar y ver quienes lo acompañaban. En una pseudo burda, descargó para Panqui quien de primera y con los dos pies al a vez definió a contra pierna del arquero y marcar el 2 a 1. Ahí si, me agarraron más certezas que otra cosa, estaba seguro que lo íbamos a ganar y que no teníamos chanches de complicarnos. En 33 segundos mi ilusión se desvaneció. Un pelotazo de mitad de cancha, una peinada-asistencia y un 2 a 2 que se hacía presente cuando nadie se lo esperaba. Lo habíamos laburado para ponernos en ventaja pero por un descuido en defensa la cosa estaba en tablas una vez más.

Fin del primer tiempo y una mezcla de sensaciones en el conjunto que vistió la camiseta del éxito por esta vez. Las cosas se estaban haciendo relativamente bien, pero daba bronca que ellos con tan poco nos habían de complicar mucho. Por eso hablamos de estar atentos en defensa, a no descuidarnos, a ver como salíamos desde el fondo, que en la medida que agarraramos confianza con la pelota y por ende con el partido, los goles iban a llegar uno atrás del otro. A eso se le sumó la entrada de Ale, quien aportó una enorme cuota de sacrificio y entrega para mostrarse como la mejor alternativa para iniciar los ataques, y eso que arrancó siempre en posición de lateral derecho.

Ni bien arrancado el segundo tiempo, Cachaca supo encontrar la ventaja con un gol de esos que el mismísimo Walter Nelsón diría "que digo gol Fabbri, recontragolazo". El Pacha demostró ser el hijo del viento. Recibió un pase de Panqui e hizo lo que hizo todo el segundo tiempo: tirarla larga y correr hasta morir. Fue de lo más desequilibrante, y en el tercer gol tuvo una gran responsabilidad. Corrió 40 metros, levantó la cabeza, descargó para el medio, Panqui asistió a Nacho quien en dos toques colocó la pelota a un palo haciendo inútiles los esfuerzo de su arquero naranjú. 3 a 2 y no íbamos a volver a caer en la misma pavada, de los errores se aprenden y la pelota la manejábamos nosotros.

Prácticamente Cayo no tuvo trabajo en el segundo tiempo, nuestro mayor cuidado era ver como nos dirigíamos con el árbitrio que para esa altura del partido decidió vestirse de protagonista y armó algo muy parecido a un escándalo amonestando a nuestra defensa entera y alguno que otro más que se pasaba por allí. En todo ese reparto de amarillas salimos beneficiados, uno de ellos vio la segundo, dejó a su equipo con 10 y nuestra victoria ya era una bomba de tiempo.

El marcador se estiró después de un regalito de la defensa verde después de un cabezazo de Nacho, quien llegó a 4 goles y marcó su primer doblete en lo que va del torneo.

Ahora a descansar, hay que empezar a tomar los partidos como finales, disfrutar del fútbol con amigos y relajarnos. Evitar todo tipo de especulación que para que los de arriba se caigan nosotros primero tenemos que ganar y si no ganamos no hay tres puntos y si no hay tres puntos hay tristeza.

lunes, 9 de agosto de 2010

Cachaca 1 - Attenti al Luppo 2 (10ma fecha)



Restan mis ganas de hacer público este análisis. No hay excusa que valga a esta altura lo mal que jugamos y el porqué de los malos resultados. Hace 3 partidos que no ganamos, en los tres empezamos ganando y tendríamos que haber ganado. Después del partido vs Caramacho estaba tranquilo, sabía que peor no se podía jugar, pero creanme que no, que lo del otro día fue lastimoso, el equipo no para de caer y de chocarse contra la pared y de tener que soportar consuelos inútiles como rivales gritar a los cuatro vientos que "les ganamos a los mejores del club".

Y que lejos estamos de serlo mamita. Los buenos equipos presentan su condición de buen equipo en la adversidad y esto implica ganar todo tipo de partido, los díficiles como los fáciles. La mayoría se cuida la noche anterior, se hace entrada en calor, se entra concentrado, se habla del partido, se arranca ganando, todo parece ser perfecto, pero no, estamos condenados a no ganar. Cada vez se me hace más dificil responsabilizar algo puntual respecto a esto y no sé cuantos partidos más tendrán que pasar para salir a flote, porque pareciera como si nos olvidaramos de jugar porque hasta el más debil de todos nos complica y nos termina ganando.

No quería dejar de hacer hincapié en cosas del partido. Me gustó Rolo de 3, entendió la posición fue salida por izquierda y fue al frente cuando pudo. La expulsión de Oso nos mató en todos los aspectos, nunca renunciamos a atacar y de hecho tuvimos situaciones de gol pero era nuestra referencia en ataque y ni Pipa ni Nacho pudieron solos. A Cayo le jugó en contra la inactividad y pagamos caro sus errores, pero no hay que caerle al arquero esto porque es la más facil, pensemos en como fuimos a buscar el partido: con pelotazos. Algo que va en contra de nuestros principios, no puede ser que sea nuestro recurso de salvación y que delegamos la responsabilidad en los laterales, cuando sabemos que en el medio nos sobra gente con criterio como para manejar la pelota. Aprendamos al pelotazo como alternativa y no como método, si los equipos nos hacen la del murcielago de colgarse del travesaño nosotros tenemos que encontrar los espacios jugando por afuera y nos tenemos que mover para que nos llegue la pelota.

Me quiero olvidar urgentemente de este partido. Nuevamente ninguno de los de arriba ganó, pero esto de nada sirve, no quiero analizar más la tabla porque no tiene sentido, si nosotros no ganamos ya deja de ser divertido. Queda un partido para terminar la primera ronda. En la D hicimos una primera ronda similar, 4 ganados, 2 empatados y 5 perdidos, hoy estamos en 4-2-4 y resta un partido. Después empatamos 1, ganamos 10 seguidos y fuimos segundos. Todavía podemos ir por la hazaña.