Cachaca 4 - Furano 2 (dieciseisavos de final)

En un partido que ya parece haber sido olvidado por sucesos delictivos ocurridos en la madrugada del domingo que opacaron todo tipo de festejo, Cachaca ganó un gran partido que ni el más optimista hubiera pensado desde un principio.

Jugamos un modesto primer tiempo. Arrancamos 2 a 0 arriba y terminamos 2 a 2 y suerte que el primer tiempo duró 45 minutos. Estabamos realmente perdidos, Furano nos superaba en todas las líneas y la pelota nos duraba cada vez menos en nuestros pies. Estábamos muy tibios, le teníamos demasiado respeto a un equipo que mostró su carencia defensiva porque las veces que los atacamos no hicieron más que mostrar sus horrores a la hora de defender. A los poco minutos ya estábamos 1 a 0, apertura del marcador que se dio después de que Panqui tirara un centro de esos que se meten al arco para que Mati le de un poco más de fuerza a la pelota y terminara dentro del arco. Pocos minutos después cuando prácticamente no había llegadas por ninguno de los dos lados y la pelota se la prestaban los dos equipos, Dalbo fue a buscar un centro que parecía perdido, el arquero tuvo una salida en falso, los dos centrales se complicaron entre ellos y Panqui con el arco a su merced tiró un globito que cayó lentamente por encima del defensor más petiso de su equipo. Sí, estabamos 2 a 0 y no lo podíamos creer porque no hicimos meritos suficientes para semejante ventaja.

Ellos despertaron promediando la primera mitad y ahí arrasaron con todo. En sus ataques juntaban mucha gente y hacían que nuestros volantes se dedicaran a no otra cosa que defender. Con esto cada vez perdíamos jugadores en la ofensiva, se apelaba al despeje total porque en el medio Mati no podía agarrar la pelota y la perdida en 3/4 de cancha generaba una contra para ellos. Un mal entendido entre Marcos y Cabeza que demoraron en sacar la pelota terminó en el descuento de ellos. Era 1 a 2 y evidentemente había que cambiar porque la ventaja nos iba a durar poco y así fue. Luego de un córner, un cabezazo una atajada de Cayo con rebote, el 9 de ellos se vio con la pelota en sus pies y no tuvo otra que empujarla sentenciando el 2 a 2.

Sino cambiabamos un par de cosas, el partido lo íbamos a perder y nuestro papel iba a ser tristisimo. El entretiempo nos hizo sentar ciertas bases, poner cabeza en frío , reacomodar el equipo y salir con todo. Hasta último momento no se sabía de la continuidad de Mati que parecía molesto por un golpe en su cuello. Por suerte para Cachaca pudo seguir porque desde su levantada el equipo dio otra imagen en el segundo tiempo y con un planteo sumamente inteligente le terminó ganando a Furano.

Mati que había tenido un primer tiempo flojísimo levantó mucho. Y con su confianza el resto del equipo pudo acomodarse en la cancha. A los centrales no les pesaba tanto la pelota y las complicaciones cada vez eran menos. Encima cuando ellos pretendían algo, la defensa se encontraba muy bien ubicada. Y si era de pelota parada, Cayo salía a matar y mostraba su mejor versión dando seguridad a todo el equipo.

Estabamos bien parados, le cedimos la pelota a ellos, los dejamos proponer y con eso sacamos ventaja porque ellos cada vez que fueron al frente se chocaron con nuestra defensa y de yapa en la ofensiva el tridente Larralde-Molina-Vidal marcaba la diferencia en ataque porque ya no eran ellos 3 sino que también se sumaba Bugarín y también se hacía notar muchísimo Oliver con sus escalonadas por la izquierda.

Así se dio un segundo tiempo de ida y vuelta, ellos proponiendo, nosotros esperando y jugando de contra. Por tener un estilo de juego parecido, a veces no está mal dejar que el rival se haga cargo de la pelota. Si mal no recuerdo, de esta misma forma jugamos el partido contra Si seño el día que fuimos campeones. En la próxima instancia (10 de junio) volvemos a jugar contra ellos y no estaría nada mal apostar a lo mismo.

La cuestión es que el tercer gol llegó. Si hay algo que se les reclama a los volantes externos en todos los partidos es sorpresa. Que no sean ni doble lateral y delanteros extremos. Que sean capaces de tirar diagonales para complicar a la defensa. Y eso hizo Rodrigo. Después de una sucesión de toques, entró al área, se tomó un tiempo para acomodar la pelota y cruzó un tiro haciendo inutiles todo tipo de esfuerzo hechos por el arquero de ellos. Era 3 a 2 y si seguíamos así era imposible que se nos fuera ese partido de las manos.

Todo se desarrolló de la misma manera. Punto a nuestro favor, ellos quedaron marcando con 3 abajo y con esto sumaban más gente en defensa. ¿Qué hacíamos nosotros? Resignamos un poco de marca y también le poníamos más gente en ataque. Porque perfectamente Martín pudo haberse pliegado a Mati y formar un doble 5 más combativo para aguantar el resultado, pero no nos sometimos a eso. Mati estuvo bastante solo en el medio pero gracias a su golpe en el cuello estuvo bien estático, jugó de volante tapón, más bien parado sin tanto recorrido como otros partidos, sin ir a cortar a cualquier lado, sabiendo que era muy poco lo que Martín lo iba a ayudar porque estaba dedicado totalmente a atacar.

Y viendo como concluyó el partido, podemos decir que la apuesta nos salió bien. Cada vez que cruzabamos la mitad de cancha generabamos un ataque peligroso. Sacamos provecho de la flojísima defensa de Furano. Si con 4 se complicaban imagínense con 3, directamente no podían parar a nadie y hasta se complicaban en las más faciles. Nosotros no estuvimos finos para definir, el 4to llegó después de una mala salida una recuperación de Rodrigo una asistencia para Panqui y un toque sutil ante la salida del arquero que casi retiene el remate.

4 a 2, cambio de arquero de ellos , búsqueda del heroismo pero ya era tarde. Habíamos sacado una diferencia de dos goles al igual que el primer tiempo, pero aprendimos del error y no nos echamos para atrás. Le perdimos todo tipo de respeto al rival, cualquiera que viera el partido de afuera podría haber dicho que nosotros parecíamos el equipo de la A.

Bien por todos, por los 10 de Cachaca que se la bancaron y por los 2 de afuera que vinieron a dar una mano y mostrar que no les pesa la camiseta. Como siempre se dice, los nombres varían, los suspendidos aumentan pero la mística nunca va a cambiar. Cachaca juega a lo Cachaca independientemente de quienes sean sus jugadores.

La victoria se construyó en el entretiempo, cuando todos los que estábamos ahí nos dimos cuenta que dependía de nosotros ganar este partido. Fuimos inteligente para aprovechar hasta el más minimo error de ellos y eso fue suficiente para ganar el partido.

Señores de pie, Cachaca avanza.