lunes, 15 de marzo de 2010

Cachaca 2 - 55 4 (Copa Bicentenario)

...Y si siguieramos jugando al juego de las similitudes, agregaría que Pipa es Busse. Salvando las distancias, una bota ortopédica no es una rotura de tibia y peroné, pero durante tres semanas el nombrado no podrá estar en las canchas.

A todo esto, Cachaca estuvo muy lejos de ser el puntero del campeonato. Más bien se pareció a su clásico rival. Pasa que Cachaca se comió una buena japi contra unos mocosos insolentes que poco respeto le tuvieron al último campeón de la C.

Aires de subestimación corrían por le verde césped de Fatima 4. Todo indicaba que después del gran partido que habiamos jugado contra la Milicia lo de ayer iba a ser un tramite. Qué mal nos fue, hicimos todo bastante mal y el equipo fue superado en todas las líneas por un rival que como si tuvieran 20 años de experiencia jugando juntos, se acomodó bien en la cancha, rompió las bolas con el corte sistemático y cuando pudo se dedicó a jugar al futbol.

Pero no estamos acá para seguir tirándole flores a 55 que en definitiva será otra suerte de equipo que toda su vida va a jugar en la D. Miremosnos el ombligo y analicemos lo mal que jugamos.

Hubo errores conceptuales por doquier. Nos costó ser los dueños del partido y eso lo pagamos muy caro. Dabamos un par de toquecitos, era todo muy tibio pero en lo que respecta al rival, nada. Pero nada posta eh. Pudimos sacar ventaja con la pelota parada pero no fuimos vivos con un rival de una talla menor. Habrá que hablar de eso en la previa al partido que viene que es fundamental para nuestras aspiraciones a seguir con vida en este campeonato que en definitiva no es más que una preparación para el veradadero torneo que Cachaca va a jugar en la B.

Faltó dinamismo, los delanteros permanecían estáticos espernado la habilitación salvadora. Los volantes no tenían juego ni pase y en vez de hacer circular la pelota, trasladabamos veinte metros sin ningún destino. El rival aguantó bien, hasta su gol creo que estábamos haciendo las cosas bien, pero íbamos al ataque a lo loco, y por descuidar la salida y no estar pendiente de nuestras espaldas, nos clavaron. El riesgo de salir jugando lo podemos pagar muy caro pero yo prefiero seguir apostando por eso que tantos buenos resultados nos dio. Ahora, como dije ayer, todos tienen que tener la obligación de pensar que algo malo puede pasar, y que si en el medio, en la defensa o donde sea, no se da el pase justo, nos pueden agarrar mal parados y no va a venir un salvador a sacarla la pelota, por más de que Chinco lo haga generalmente.

Si vamos avanzando con pelota dominada, habrá que pensar también en como nos espera el rival. Para ello es importante la voz de los centrales y de Cayo quienes desde el fondo tienen un mejor panorama para ordenar y tapar los baches, y para ello todos los demás tienen que estar atentos a las órdenes que se dan.

A la hora de atacar, nosotros mismos nos cerrábamos, los volantes eran una especie de delantero, y esto impedía todo tipo de llegada sorpresiva a espalda de los laterales. A equipos como estos que van detrás de la pelota y que lo único que hacen es meter y hacer jugar a sus delanteros, hay que hacerle ancha la cancha, hay que saber cubrir todos los espacios. De esta manera se genera algo que ayer no se vio ni por casualidad: que Mati sea el dueño de la mitad de la cancha y que Martín le de una mano en el armado de juego.

No es culpa ni de uno ni del otro. Es culpa de todos, y cuando lo digo así no crean que lo hago para lavarme las manos. Los espacios los tenemos que generar nosotros y la responsabilidad la tienen que asumir ellos pero para eso nosotros le tenemos que dar la chanche de que se hagan dueños del partido. Nada de eso se vio y así nos fue.

Y eso que nos pusimos 2 a 1. En una suerte de burda, Nacho capturó un centro atrás y en un movimiento poco ortodoxo empató el partido. Ya en el segundo tiempo, él mismo se inventó un penal que después Marcos cambió por gol.

Parecía que la mística estaba intacta, que sin jugar bien volveríamos a ganar otro partido, que dos categorías eran mucha diferencia y eso pesaba mucho en ese momento del partido. Pero no, nada de eso. No supimos jugar con la ventaja, en ningún momento cuidamos la pelota y jugamos con el resultado a nuestro favor, y en una desinteligencia llegó el empate y una luz de esperanza para el rival.

Minutos más tarde llegó el tercero de ellos y promediando el tercero, Mati dijo basta pidió el cambio y con tres puntas nos mandamos al frente. Quedó una defensa al límite, con el temor de que cualquier pelotazo largo sufriríamos por la diferencia en velocidades y así fue, se quiso tirar el achique, no se entendió el mensaje y 2 a 4 y partido recontra liquidado.

Sobre el final la pelota parada era nuestra única esperanza porque en el medio no podíamos agarrar la pelota y ellos defendían con uñas y dientes. Pero ya era todo muy dificil aparecía en nosotros la impotencia (sino preguntenle a Nacho) y la desesperación por saber que se nos iba un partido que en los papeles parecía accesible.

Frente arriba, a mirar para adelante y a pensar en el próximo partido que definirá nuestra situación. Las veces que jugamos con presión nos fue bien. Tenemos que ganar por 4 goles al último campeón de la B para no depender de absolutamente nadie y asegurarnos la clasificación. Ganar por menos diferencia que eso nos dejaría segundos pero con la posibilidad de ser terceros si 55 le gana a la Milicia. Todo indica que si somos terceros con 6 puntos clasificaríamos seguro.

3 comentarios:

tu vieja dijo...

son muy buenos

macondo dijo...

bastante chotos

Anónimo dijo...

muy buena