Se acabó lo que se daba, no vinimos a la máxima categoría a pasear.
Lo que empezó como un sueño es hoy un baño de realidad. Cachaca está para salvarse del descenso y nada más.
Quedan 8 finales, sí finales. Como las tantas que hemos jugado a este momento. De no empezar a considerar los partidos restantes de esta forma, la cosa seguirá empeorando.
Ojala sea el momento de decir que tocamos fondo, de una buena vez por todas, terminar con esta racha maldita y sacar fuerzas de donde no tenemos.
En lo futbolístico el equipo hace pero no puede, genera pero no concreta y lastima pero no duele. Perdimos contra uno de los peores -sino el peor- nos hicieron dos goles y cuidaron el resultado. Nosotros tratamos de revertirlo, pero siempre nos encontramos con un equipo muy ordenado en frente, que con un planteo mezquino logró ganarnos.
Se viene un partido importantísimo contra un rival que nunca le pudimos ganar. Creo que este es el momento indicado para terminar con la malaria y para volver a sumar de a 3.