En el mismísimo momento en el que el intento de arbitro dio por terminado el juego, Cachaca ya conoció su veredicto. Empate en 90 minutos que nos trasladaba a los penales, en donde pese a estar echada la suerte, ya todos sabíamos el desarollo. Antecedentes varios nos hacían saber que no teníamos la más mínima chance y así fue, metimos 3, pero nos metieron 4, erramos 2 y no erraron nada. Chau copa, fue un placer haberte jugado.
Pero yendo a lo importante, en lo que respecta al juego Cachaca tuvo una y mil caras durante los 90 minutos. Se jugó un primer tiempo tedioso, con pocas posibilidades de gol, en donde los equipos se prestaban la pelota y los movimientos que se hacían no intimidaban ni al más optimista. Más bien fueron 45 minutos de reconocer el rival, de analizar sus defectos y exponer los nuestros y tratar de ver por donde podíamos llegar a entrarle. Escasas jugadas claras, las emociones vinieron ante la improbabilidad de que Nico Arning en alguna de sus intervenciones con el pie derecho pudiera pifiar, pero no. Su estreno no pasó sobresaltos y demostró tranquilidad para despejar más de una con su cañon en el pie derecho (incluso con la cabeza). A la hora de jugar a Cachaca le faltaba peso en la ofensiva, Oso y Pipa aparecían muy aislados sin posibilidad de descargar con ningún volante, que estaban más preocupados por marcar que por jugar. Con ciertas imprecisiones se fueron los primeros 45 minutos, había muchas cosas por corregir, pero en un primer tiempo mal jugado, lo único rescatable era que el partido se mantenía 0 a 0.
Dispuestos a ir a buscarlo, Cachaca hizo un par de cambios para ir por la apertura del marcador. Adentro Culeado y Rolo, afuera Rafa y Oso. Se dejaba el clásico 4-3-1-2 para pasar al 4-4-1-1. Ante el poco peso ofensivo, parecía una locura quedarnos con un único punta si justamente lo que necesitábamos era atacar, pero no, se remarcó que lo necesario era llegar con mucha gente en ataque. Que en vez de "estar", "lleguemos" y para estar ya estaba Pipa y para llegar el resto de los volantes. Además si hacíamos buen uso de los 5 volantes no sufriríamos con la pelota en materia de imprecisiones como se dio en el PT. La cuestión es que el equipo se adaptó rápido al nuevo sistema. Desde ese entonces la pelota empezó a ser nuestra, aún sin muchas situaciones de gol, ibamos moviendo el balón de punta a punta, mientras ellos se mantenían expectantes. La clave era la paciencia y la moción era tocar. Después de insistir, en una jugada de incontables toques, Pipa recibió en el área y un rival le tiró el acoplado. El referee sancionó la pena máxima y Panqui lo cambió por gol. Ya estaba Buga en la cancha. Con el gol de ventaja y su reciente entrada, era cuestión de explotar las bandas al máximo teniendo en cuenta que tanto Rolo como Buga tenían escasos minutos en cancha. Ni siquiera tuvo tiempo el equipo para jugar con la ventaja, tanto que le costó abrir el marcador que minutos después sólo por el medio del área apareció un rival para definir ante la salida de Nico. A ellos les resultó mucho más facil que a nosotros llegar al gol, en una jugada aislada cuando parecía que nosotros ibamos a jugar con la ventaja de estar un gol arriba, Los Chachos empataban y las cosas volvían a empezar.
Ahí sí que se vio lo peor de Cachaca, un equipo sin reacción ,debil, sin juego ni peso que escondía en los rincones de Fatima su mes entero de pretemporada. Demasiado calor hizo presente el cansancio en más de uno. Las piernas pesaban el doble y la cancha estaba pesada, y encima ellos se nos venían. Promediando los 30 y cuando el empate empezaba a ser negocio para todos, después de un foul innecesario sobre la raya, vino el tiro libre del gol. No se pudo despejar en el primer palo, uno de ellos falló, la pelota hizo una carambola inexplicable y le cayó a un rival que sin marca (responsabilidad de quien suscribe) definió entre una mar de personas y la metió. Se gritó como un campeonato y se sufrió como tal. Ahí sí que estabamos muertos del todo.
Encima ellos tuvieron tiempo para hacer lo que nosotros no pudimos con nuestra ventaja: mover la pelota de lado a lado y cansarnos. Así pasaban los minutos y el partido se nos iba en gran parte por resonsabilidad nuestra. Desde afuera vinieron los ánimos. La gran mano de la dupla lisiada Cayol-Cincotta fue el empuje que el equipo necesitaba. Se movió el tablero y era cuestión de matar o morir. Adentro Oso y Pacha nuevamente, afuera Mati y el Culeado. El equipo quedaba totalmente expuesto con un 3-3-1-3. Nunca tan ofensivo, nunca tan dispuestos a ir por la heroica. Después de mucho tiempo se pudo hacer una jugada bien hilvanada y en esa llegó el gol. Toques varios en el medio, asistencia finísima de Martín para que Pipa con lo justo definiera frente al arquero y estampara el 2 a 2. Cómo no nos habíamos avivado antes, era cuestión de apretar y jugar en campo de ellos y no darles tanto protagonismo.
Quedaron pocos minutos en los que el equipo volvió a su táctica inicial. Demasiado cambios pudieron reubicar al equipo. Rolo que estaba de volante por izquierda pasó de 3. Buga que estaba de volante por derecha, pasó por izquierda. Pacha que estaba de wing, pasó de volante por derecha. Así se conformó un 4-3-1-2 para volver a las fuentes y dejar pasar los últimos minutos. Habíamos hecho demasiado esfuerzo para llegar al empate como para seguir arriesgando y jugarnos a ganarlo, esa es la realidad. El empate a esa altura era un gran negocio, y todo estaba dicho en los penales.
- El equipo corre mucho más de lo que juega y genera. El cansancio se hizo sentir y nos jugó en contra. Si pudieramos jugar más parados se solucionaría el tema. Es cuestión de que corra la pelota por nosotros y no nosotros por la pelota. A veces cuando no está en nuestro poder se hace dificil, pero ante eso es necesario repetir algo de lo que hicimos de esperar al rival (y en ese interín aprovechar para recuperar el aire) para que en mitad de cancha podamos recuperar y ahí empezar a armar juego.
Fin de semana próximo después del largo, arrancamos nuestra excursión en la A. El rival es el mismo y tenemos la ventaja de que nosotros sabemos cómo ganarles. Esta vez para desgracia de ellos no estarán los penales para definir.
El balance que hago de la copa es positivo. Ganamos bien a un equipo inferior y estuvimos a la altura de un partido complicado. En lo que respecta al juego lo importante es que el equipo entienda a qué es lo que estamos queriendo jugar y se adapte a los cambios estratégicos sobre la marcha. Ante eso ya dimos un gran paso y es el hecho de saber que las ausencias son reemplazables y al menos, ya tenemos la fórmula para hacerlo.
A descansar y a poner la cabeza en la primera fecha. Ya lo dije cuando me mandaron el fixture, ganamos los dos primeros y me le animo a cualquiera. Con ustedes, hasta la victoria.